Comentario sobre "El corazón de las tinieblas", de Joseph Conrad


Terminé de releer "El corazón de las tinieblas", de Joseph Conrad. Una novela corta pero bastante densa. Posee una estructura compleja construida a partir de dos narradores, de dos escenarios muy distintos entre sí (Europa y África) y de dos líneas temporales que se superponen hábilmente.

La trama transcurre durante la colonización del Congo a manos de la Compañía de Leopoldo II de Bélgica, entre los años 1885 y 1908, pero en el texto de Conrad no hay referencias a la época ni al lugar de África en los que se desarrolla la acción. Todo está cubierto por un manto de ambigüedad que va marcando el tono general de la historia, desde las primeras líneas hasta el desenlace. 

Marlow es el principal narrador (la novela en sí es un monólogo suyo), pero el personaje más importante es Kurtz, un enigmático empleado de la Compañía del que se habla durante todo el libro pero que solo aparece en las últimas páginas, cuando Marlow llega hasta él con la intención de devolverlo a la civilización. Kurtz está enfermo y presuntamente ha perdido la razón, después de haber cometido toda clase de brutalidades por pura codicia, y hay una especie de culto en torno a él entre los "salvajes" del lugar. Lo memorable de este personaje es que encarna la tragedia del encuentro entre el mundo europeo y el exuberante mundo africano. 

Si por momentos la novela se hace ligeramente tediosa de leer es quizá por las constantes digresiones que se van alternando con la acción. Al estar construida a partir de un interminable monólogo, hay espacio para elaboradas reflexiones sobre todos los temas que se van desprendiendo de la historia: civilización, barbarie, violencia, explotación, maldad, locura, etc. Todas esas reflexiones le aportan profundidad al texto, sin duda, pero no es un estilo narrativo que yo disfrute especialmente.

El título de la novela hace referencia a las tinieblas reales que rodean el río Congo (principal escenario del viaje emprendido por Marlow como capitán de un buque fluvial), pero también a las tinieblas de la locura (Kurtz) y a las tinieblas de la codicia colonizadora (la Compañía de Leopoldo II).

Existe una genial película basada en esta novela, dirigida por Francis Ford Coppola, pero es una adaptación bastante libre: la famosísima "Apocalypse Now".

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